Según un informe de la Agencia de Noticias Hawzah, el difunto Ayatolá Safi Golpayegani abordó el tema del "Hadiz Qudsi del Ayuno" y respondió a la siguiente pregunta:
"En un hadiz del Mensajero de Dios (P): ‘Dios, Bendito y Altísimo, dijo: ‘Toda obra del hijo de Adán es para él, excepto el ayuno, que es para Mí, y Yo mismo lo recompensaré’ (Khisaal). ¿Cuál es el significado de las palabras del Altísimo?"
Respuesta: Este dicho y otros similares se conocen como "hadiz qudsi", los cuales, al igual que los hadices transmitidos por los Inmaculados (P), tienen diversas variantes. Para confirmar la autenticidad de cualquier hadiz qudsi, deben aplicarse los mismos criterios utilizados para evaluar otros hadices.
El hadiz qudsi en cuestión, como usted mencionó, está narrado en Khisaal con la siguiente cadena de transmisión:
"Abdus ibn Ali ibn Abbas, de Abdullah ibn Ya‘qub, de Muhammad ibn Yunus, de Abu ‘Amir, de Zam‘a, de Salama, de ‘Ikrima, de Ibn Abbas, del Profeta (P):
‘Dios, Bendito y Altísimo, dijo: Toda obra del hijo de Adán es para él, excepto el ayuno, que es para Mí, y Yo mismo lo recompensaré. El ayuno es un escudo para el siervo creyente el Día de la Resurrección, como el arma que uno de ustedes usa para protegerse en este mundo. El aliento del ayunante es más agradable ante Dios que el aroma del almizcle. El ayunante experimenta dos alegrías: cuando rompe su ayuno y come, y cuando se encuentra conmigo y lo hago entrar al Paraíso.’"
Análisis de la cadena de transmisión:
Abdus ibn Ali ibn Abbas al-Yurjani: Uno de los maestros del Sheij Saduq (que Dios santifique su alma), sobre quien no he encontrado ni elogios ni críticas en los libros de biografías de narradores.
Muhammad ibn Yunus: Es desconocido (majhul).
Los narradores anteriores hasta Ibn Abbas son, aparentemente, todos sunitas.
Abu ‘Amir Abd al-Malik ibn ‘Amr al-Qaysi al-‘Aqadi, Zam‘a ibn Salih, Salama ibn Wahram y ‘Ikrima (el famoso ‘Ikrima al-Barbari, un conocido jariyí).
En resumen, este hadiz es de origen sunita (nabawi) y no ha sido transmitido a través de cadenas confiables de los Imames Inmaculados (P).
Aparece en muchas compilaciones de hadices sunitas, narrado a través de múltiples cadenas por Abu Huraira, Ibn Mas‘ud, Abu Sa‘id y Yabir. Sin embargo, la mayoría de estas cadenas terminan en Abu Huraira, y a pesar de su número, no son consideradas confiables en términos generales.
Además, la redacción del hadiz varía en las distintas narraciones:
En las narraciones de Yabir, Ibn Mas‘ud y Abu Sa‘id, no aparece la distinción ("para él" y "para Mí").
En las de Ibn Mas‘ud y Abu Sa‘id, se menciona: "El ayuno es para Mí, y Yo lo recompensaré."
En la de Yabir: "Es para Mí, y Yo lo recompensaré."
Solo en algunas cadenas, como esta que llega a Ibn Abbas, se menciona: "Toda obra del hijo de Adán es para él, excepto el ayuno, que es para Mí, y Yo mismo lo recompensaré."
Conclusión preliminar:
Dado que la cadena de transmisión no es confiable y la redacción varía, no es necesario insistir en interpretar este relato como para atribuirlo a los Inmaculados (P), pues tal atribución no aporta beneficio. Sin embargo, para responder a su pregunta y siguiendo el ejemplo de algunos eruditos que han comentado este hadiz, ofrezco las siguientes aclaraciones:
Explicación del contenido:
Lo que requiere explicación en estos hadices es:
La parte que dice: "Toda obra del hijo de Adán es para él."
La parte que dice: "Excepto el ayuno, que es para Mí, y Yo lo recompensaré."
Sobre el primer punto, los sabios de ambas escuelas (chiita y sunita) han planteado varias interpretaciones, ninguna de las cuales está exenta de objeciones, como:
Todas las buenas acciones y actos de adoración del ser humano son adecuados para sí mismo. Por ejemplo, la oración incluye postraciones, inclinaciones y otros movimientos que son acciones humanas y, por lo tanto, para él. Pero el ayuno, que consiste en abstenerse, es una cualidad que se asemeja a los atributos divinos, pues Dios está por encima de necesidades como comer o beber.
Otra interpretación similar: Todas las formas de adoración, excepto el ayuno, implican acciones de las que Dios está libre (como movimientos en la oración o el Hajj), por lo que pertenecen al ser humano. El ayuno, en cambio, implica abstención, lo cual se asemeja a la perfección divina.
Una tercera posibilidad: Las demás acciones tienen recompensas preestablecidas (desde diez veces hasta setecientas), pero el ayuno, según el hadiz "El ayuno es paciencia", se recompensa sin medida ("Dios recompensa a los pacientes sin límite"), por lo que pertenece a Dios.
Otras interpretaciones han sido mencionadas por sabios como Fadhil Miqdad en Nadhd al-Qawa‘id, pero ninguna es completamente satisfactoria.
Sobre el segundo punto ("El ayuno es para Mí, y Yo lo recompensaré"), la interpretación es directa: Dios ha reservado el ayuno para Sí mismo como muestra de su importancia en la adoración, y Él mismo se encarga de su recompensa.
La frase "y Yo lo recompensaré" está en voz activa (no pasiva), lo que refuerza esta idea.
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